Un adios definitivo...

Esta vez parece más real, parece que fue ayer cuando compartiamos sin fin la ilusión de ser mayores y triunfar, parece ayer cuando me llamabas porqué te apetecia hablar conmigo, parece ayer todo lo que un día se acabó...
El egoismo pudo más, no cuento que tú fueses la culpable de nuestra separación, pero malos momentos he estado y estoy pasando y no has podido acercarte a preguntar; - ¿qué tal Esther? -, te contestaría que estoy mal, que no siento ganas de vivir ni de seguir, que parezco fracasada y no encuentro un fin, pero sé que si lo hay, sé que llegaré, tal vez esperé demasiado de ti, necesitaba sentir un apoyo de que llegaría, pero nunca ví el apoyo, y por fín despues de tanto llorar, descubrí que yo sola podía cambiar todo lo que me hacía llorar, todo lo que me hacía sufrir y ser amargada...!
Estaba en el fin de una época sin paz, ahora quiero sentir la suave luna reflejarse en mis mejillas coloreadas con ceras de cartón, ahora quiero ver una sonrisa dibujada con un bip de espuma, derretida por la atmósfera e incendiada por el dolor de las lágrimas, ahora mis colores ya no oscurecen como ayer, mis ojos no derraman tinta negra, ni sangre esparcida... ya puedo sentir que la vida está apunto de comenzar para mi...!