¡ayudame ahora!

Tal vez jamás llegó mi hora de amor, y yo emocioné a mi alma con un amor.
Siento como mi estómago se apresura a dolerse, siento como mis lágrimas son color carmin.
Te tuve, y ahora no tengo nada por lo que presumir, sólo un trozo de dolor.
Quiero amarte, pero no debo, quiero desearte lo mejor, pero no puedo.
Siento como mis venas dejan de correr, como si la vida se estuviese apagando.
Yo solo te pido Dios, que ya que no me deseas dar mis deseo, ayudame a superarlos, y olvidarlos.
Déjame entenderte y empezar algo de nuevo, déjame que desee mil fantasias y empieze a caminar recta como el tiempo, me quitaste algo y me lo volviste a dar, y ahora me vuelves a quitar algo, y tal vez no me lo des jamás, no lo sé. Pero ayudame por favor...
No quiero llorar, no quiero entristecer a mi corazón y alma.
No quiero empezar desde cero, no quiero mirar atrás, no quiero sufrir más de nuevo.
Quiero renovar mi corazón y empezar a caminar tan recto como estrellas en el cielo hay.
No hay lugar mejor que tus brazos, y tu mirada.

¡Gracias por todo, y por mas!

"Peor año natural, mejor año espiritual"
La impotencia de perder a un ser tan querido y amado,
el silencio que abarca ello, las lágrimas que caen sin parar,
el dolor del alma y la tranquilidad del espíritu.
No sabría jamás como expresar esto, no sabría como dar el pésame,
no entiendo nada, pero lo asimilo poco a poco.
Me conduelo con ellos y ellas, entrego mis lágrimas y dolor,
y les regalaría la paz y felicidad, la tranquilidad de verlo claro.
Unidos todos, unidos por dolor, y clamando al mismo Dios,
¡cúan hermoso es ello!, gracias le quiero dar a Dios,
por cada uno de mis hermanos, por cada una de las personas que conozco,
por cada sentimiento de tranquilidad, por darme la oportunidad de conocerlo.
Sino fuese por Él seguramente estaría llena de tristezas,
sin encontrar el fin de cada cosa, y odiandolo por no entender nada.
Pero aun sin entender, ¿porqué?, aun sin entender que desea Dios para todos,
me conmueve la alegria y la paz de sentirme lleno de Él.
Le doy gracias por cada uno de los que quedamos aquí, por cada prueba,
y por cada vez que nos ayuda a superarlas.
Le doy gracias por cada una de las personas que se llevó, para cuidarlos mejor,
por cada uno de los que nos quedamos aquí, con dolor o sin el,
por cada vez que lo siento, por cada vez que entiendo que hago aquí.
Por cada sueño, por cada día de aliento, por cada amanecer, por cada noche, por cada tarde, por cada vez que puedo abrazarlo lentamente y sumergirme en Él.
Por cada uno de mis padres, por cada uno de mis hermanos, por mis pastores, y por mis amigas, por mis hermanos en la fe, y por cada momento que me regala para recordar.
Por regalarme sentimientos de amor, por cada vez que me corrige, por cada vez que me hace entender que está aquí, por el futuro que me ha preparado, simplemente,
¡GRACIAS POR TODO, y MÁS!