No sé...

No sé si esto está bien, no sé si el destino lo eligió, no sé de nada. No entiendo por qué nuestros corazones partieron a diferentes lugar por cualquier razón. A veces replanteo que pasó, y sigo sin descubrir cuál fué la real manera de acabar con esto, que empezó siendo bonito, agradable y terminó amargo. Miré el reloj, las horas pasan demasiado lento sin ti, no veo la hora de volver a hablarte, no veo el momento de decirte hola, y es que esto se está haciendo cuesta arriba, y yo ando algo cansada de andar una imposible rampa, que en cada minuto decides colocar un peldaño más. Parezco un bebe y tú el que me intenta enseñar a caminar, pero ya decidí acabar y senté mi alma en algún rincón de tu maldita cuesta, ahora tú vas bajando quitando peldaños, pero yo sigo en este rincón, dime tú si me encontrarás, o si te esforzarás, no lo sé. Pero yo ya me quedo leyendo mis deseos.